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Los altavoces PMC son una de las herramientas de referencia más respetadas en el mundo del audio profesional. Se utilizan en toda la cadena de producción, desde la composición hasta la mezcla, la masterización y la difusión, y garantizan una escucha extremadamente detallada y transparente. Su precisión permite a los profesionales del sonido trabajar más rápido y con confianza, seguros de que cada mezcla sonará perfecta en cualquier sistema de reproducción.
PMC fue fundada en 1991 por Peter Thomas, antiguo ingeniero de la BBC, y Adrian Loader, de FWO Bauch. La combinación de conocimientos técnicos de alto nivel y una profunda pasión por la música dio como resultado el primer producto de la marca: el monitor activo BB5-A. Desde entonces, este modelo se ha convertido en un icono y una referencia mundial, elegido por entidades de la talla de BBC Maida Vale, Metropolis Mastering, Stevie Wonder's Wonderland Studio y sellos clásicos como Decca y Harmonia Mundi.
No sólo estudios de grabación y masterización: PMC es la elección de algunos de los compositores contemporáneos más importantes para bandas sonoras de cine y televisión. Henry Jackman, Thomas Newman, Tyler Bates y John Debney son sólo algunos de los nombres que han creado sus obras con la ayuda de monitores PMC. Sus producciones abarcan desde colosos como Titanic, Misión Imposible, Skyfall, Iron Man y Pearl Harbor hasta series emblemáticas como Juego de Tronos.
Como testimonio de su contribución a la excelencia en la producción de audio, PMC se encuentra entre las pocas empresas del mundo que han recibido un premio Emmy®. En la actualidad, los monitores PMC se encuentran en los centros de masterización, estudios de postproducción y emisoras internacionales más importantes, lo que los convierte en un estándar de la industria.
Cada altavoz PMC se diseña y monta a mano en el Reino Unido, con componentes cuidadosamente seleccionados para garantizar un rendimiento idéntico al del modelo de referencia. Desde la construcción del recinto hasta la prueba de los elementos individuales, todo se somete a rigurosas comprobaciones, tanto objetivas como subjetivas.
Cada monitor se prueba con barridos de respuesta en frecuencia para comprobar su linealidad y precisión. Esto se complementa con pruebas de escucha con materiales de referencia: desde pruebas vocales de la BBC hasta música clásica, pop y rock. Un proceso que combina tecnología y sensibilidad humana, porque ningún software puede sustituir a la escucha experta.
La filosofía de la marca es simple pero poderosa: un buen monitor debe reproducir fielmente la intención del artista, sin coloraciones ni compromisos. Por eso PMC es hoy sinónimo de transparencia y fiabilidad, no sólo en entornos profesionales sino también en la escucha doméstica, para quienes desean una experiencia sonora auténtica y envolvente.
Carro vacío